Hasta dentro de un rato, marinero.- A por un buen regreso, Nuri.-

No fueron pocas las veces en que, a lo largo de todos estos años, alguno de los chicos del elenco ha viajado lejos y por varios meses.

Esto siempre implica arrolladora alegría.
Porque  por sobre todas las cosas: es laburo.
Porque es reconocimiento.
Se corre el límite. Se ensancha el abanico. Se atiborra la memoria de novedades y gentes nuevas.


Que alguno de los chicos viaje, es una fiesta.


Esta fiesta tiene un inevitable punto de pena.
Como un diminuto agujerito.
(Incluso los que sabemos tanto -a pesar nuestro- de la distancia, la paciencia y el tiempo, no estamos exentos de él)


Contra todo pronóstico apresurado, ese punto de pena también se festeja, puesto que es la confirmación más concreta de todo lo el otro nos implica.
Bien sabemos que ni la distancia, ni el tiempo; son capaces de añejar el abrazo.
Y afortunadamente no existe debate entre la pena y la alegría en estos casos.


E involuntariamente nace un agujerito por cada amigo que saluda desde el aeropuerto.


Ahora nos toca estrenar, con Nuri y con Teb lejos.
Nuri muy cerca del regreso.
Teb muy cerca de la despedida.-




Entonces, aquí van nuestros mejores augurios, nuestros mejores deseos, y nuestro mejor abrazo para ambos.
Que tanto los queremos.-

Tantísimo.-
¡Y a por más!


Sr. Marinero:



Nuri querida, tu Chabuca y su larga noche:


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