·Brocal· en ·El Tinglado· 4 de Febrero.-




Hasta dentro de un rato, marinero.- A por un buen regreso, Nuri.-

No fueron pocas las veces en que, a lo largo de todos estos años, alguno de los chicos del elenco ha viajado lejos y por varios meses.

Esto siempre implica arrolladora alegría.
Porque  por sobre todas las cosas: es laburo.
Porque es reconocimiento.
Se corre el límite. Se ensancha el abanico. Se atiborra la memoria de novedades y gentes nuevas.


Que alguno de los chicos viaje, es una fiesta.


Esta fiesta tiene un inevitable punto de pena.
Como un diminuto agujerito.
(Incluso los que sabemos tanto -a pesar nuestro- de la distancia, la paciencia y el tiempo, no estamos exentos de él)


Contra todo pronóstico apresurado, ese punto de pena también se festeja, puesto que es la confirmación más concreta de todo lo el otro nos implica.
Bien sabemos que ni la distancia, ni el tiempo; son capaces de añejar el abrazo.
Y afortunadamente no existe debate entre la pena y la alegría en estos casos.


E involuntariamente nace un agujerito por cada amigo que saluda desde el aeropuerto.


Ahora nos toca estrenar, con Nuri y con Teb lejos.
Nuri muy cerca del regreso.
Teb muy cerca de la despedida.-




Entonces, aquí van nuestros mejores augurios, nuestros mejores deseos, y nuestro mejor abrazo para ambos.
Que tanto los queremos.-

Tantísimo.-
¡Y a por más!


Sr. Marinero:



Nuri querida, tu Chabuca y su larga noche:


Entre bambalinas de palabras.-

El recuerdo aparece con la misma nitidez que los buenos sueños.
La palabra efusiva, pararse intempestivamente, detener al tiempo frente a la biblioteca. Manchar todo el espacio de silencio y quietud -cual piedra- hasta dar con el lomo buscado.
Sacarlo del montón, clavarle la mirada, y balbucear: lo robé del instituto, tiene el sello.
Buscar la página y pasarme el libro abierto.
Y mientras que yo -atolondradamente- le pasaba por arriba los ojos a Lorca, dijo:
"Ciudad sin sueño" Flaca, te lo regalo.
Birome roja, y la primera de tantas dedicatorias que fueron y vinieron -y seguirán viniendo y yendo- en el correr de estos pasaditos once años.

Existe un momento -indefinido, claro está- donde los amigos se nos fusionan dentro, y son -a partir de ahí- parte estructural de nuestro "tener sentido".
Ese amor permanente, constante, indiscutible, que nos transita cotidianamente sin dudas, ya para siempre.

Imposible vivir mejor puerta a Lorca, que la mano de un amigo.
Cuando regresé, y dejamos de compartir ciudad, el libro se incorporó a mi otro montón porteño.
Incontables son las veces que volví a él.
"Que no te muerdan..."
Incontables las veces, en que durante nuestras charlas cerveza mediante, al teléfono, o vía correo, apareció nuevamente.
"Que no nos muerdan..."
Como una expresión de deseo. Como un abrazo.

Hace poco tiempo atrás, resolviendo un cuadro de Brocal, fui yo la de la palabra efusiva.
La que intempestivamente se paró frente a la biblioteca.
La que detuvo el tiempo hasta dar con el lomo correcto.
Quien encontró la página, y pasó el libro abierto.

Había que hacer voz esa Ciudad sin sueño.
Entonces el pedido.
Entonces él.

Y si bien, nunca fue una amistad de ausencias esta -sino todo lo contrario- el impacto fue arrollador.
Su voz, ocupó la casa entera.
Españolísima, potente incluso en el susurro, brillante.
Conmovedora.
Inteligente.

Y con su voz, su lucidez.
Su mirada, inigualable. Su sensibilidad, su ironía.
Su pena a conciencia. Su registro de realidad claro -a pesar de que eso implique, aspereza, avidez, o dolor-
Su ignorancia respecto de la negación (característica que valoro particularmente)

La voz de mi amigo, me trajo al amigo completo.
Y teniendo en cuenta, la directa relación que tiene él con "Brocal", merecía mucho la pena compartirlo.
Agradecer a viva voz, y darle el mismo lugar, que le damos a las buenas músicas, a las buenas palabras, a las críticas que aquí también posteamos, a los avances del grupo.

Gracias querido mío. Eterno amigo mío.
Gracias, porque así sí es posible atentar contra Fander y su "Solo, como uno va hilando sus ensueños"
Te festejo cada día, te festejo siempre.
Que sigan sin mordernos.-

·Brocal·

A diez días de Brocal.-

Teatro ·El Tinglado· 
Mario Bravo 948 
Sábados de Febrero 20.00 hrs.-
Reservas: 4863-1188 /3750-2240




2012.-




Desde hace 17 días, guardo impaciente esta foto.
Puesto que deseaba abrir el 2012 con ella.

La fotografía muestra la maquetita de nuestra actual escenografía.
Fue el regalo de cumpleaños que recibí por parte del Sr. Teb...
Sin embargo, no puedo aceptarlo cual si fuera un obsequio personal.
Porque es mucho, muchísimo más que eso.

En la madera balsa de cada una de esas mesitas, vibra todo aquello que siempre imaginé como estructura necesaria de un buen grupo.
En esa maquetita se resume el laburo que todos los integrantes de Punto·Cachi -todos·todos; los que se han ido, los que se han quedado, los que han regresado, los que han entrado, los que bailan, los que escriben, los que hacen música, los que organizan... Insisto: todos·todos- venimos haciendo desde hace ya casi seis años.-

Compromiso, generosidad, respeto, tenacidad, alegría, esfuerzo, paciencia, complejidad y claridad, humildad... Y más.-

-Compromiso, porque solo en la plena conciencia de lo hecho es posible hacer valer lo propio. Para que la propia palabra nunca pierda valor. Puesto que no tenemos mucho más que ella.
-Generosidad, para que el egoísmo y la envidia, jamás se instalen.
-Respeto, para entender que el laburo del compañero, vale y pesa tanto como el propio. Respeto para aprender, y para poder disfrutar al otro, todo el rato. Respeto para poder crecer, para sumar. Nunca restar.
-Tenacidad, para que la piedrita se haga polvo, y jamás montaña.
-Alegría, porque para que el laburo crezca sano, crezca fuerte, padecer no sirve; solo empaña. Desgasta vanamente. Alegría para poder disfrutar el camino andado.
-Esfuerzo, porque no es posible crecer, durmiendo la siesta. Y porque el límite se corre cada vez que incorporamos algo nuevo. Esfuerzo, para que "lo justo" nos acompañe siempre, que nadie habrá de regalarnos nada. Que muy equivocados estaríamos, si planteáramos nuestro trabajo a la espera de obsequios externos.
-Paciencia, porque la ausencia de tolerancia, es casi una desinteligencia. Invariablemente, se llega si se anda. Paciencia para que los tiempos de cada uno de nosotros se alineen. Paciencia para con uno y para con el resto. La ausencia de paciencia, es una pérdida de tiempo.
-La complejidad anida en cada uno de nosotros. La claridad es precisa para poder exponer, justamente, estos nidos. Sin que el nido nos implique asfixia. Sin que el nido pierda su objetivo.
-Y humildad, para no perder de ningún modo el horizonte. Para no olvidar todo lo que aún nos falta. Para que no cometamos la estupidez de creernos más que cualquier otro, para no empequeñecer el abanico. Para no regodearnos en nosotros mismos.

Y más.-

Con el pasar de los años, cada una de estas características se nos fue instalando (Que si bien en la redacción me han quedado dignas de un libro de auto-ayuda, ji. No lo son, perdonen la torpeza)
Hoy son raíz.
La alegría que nace al verlo es contundente. Indiscutible.
El agradecimiento hacia ustedes, chicos: inagotable, incontable. Infinito.

Repito lo dicho tantas veces, ustedes son quienes les dan sentido a este elenco. Al laburo. Ustedes son la columna vertebral.
No me gustaría trabajar de ningún otro modo que no sea este...
No concibo laburar de otra manera. Y por ustedes, es posible.
Nobles y brillantes personas. Exquisitos bailarines.

Brindo porque tenemos "sentido", brindo por cada uno de ustedes.
Les agradezco todo.
Y vamos a por el cuatro de Febrero.
Y vamos a por un estreno consecuente con el trabajo de este año.
Y vamos a por más.-

Los adoro.
Todo mi abrazo.-

Y gracias Sr. Teb, por activar la memoria.
Por tan categórico regalo. Gracias Marinero.-

 — con Esteban Pablo Toppi.