¿Qué se escurre liviano entre bocas y nucas, formando un hilo invisible que conecta, quieran o no, a las personas que lo atraviesan? ¿qué ilumina destellante la salida de su cueva? ¿qué llega inevitablemente , con la prepotencia inexorable del tic tac del tiempo? …
Todos somos dueños de secretos eternos y profundos, entre el silencio y las medias palabras, vamos susurrando pistas a la espera de que exista alguien capaz de entenderlas: para encontrar la palabra perdida que todos guardamos, para lograr resolver el enigma que nos define, la claridad que nos madura.
Leila Schein.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario